The Illusionist

En la película, Edward Norton encarna a un mago que se enfrenta con el príncipe heredero del imperio por una mujer (Jessica Biel). Paul Giamatti completa el elenco como un detective que busca desenmascarar al prestidigitador.

Sophie (Jessica Biel) y Eisenheim (Edward Norton), sobre el escenario.
El poder, el amor y la magia se entrelazan en ‘El ilusionista’, filme que tiene a Edward Norton, Paul Giamatti, Jessica Biel y Rufus Sewell como protagonistas.
El marco de esta historia fantástica es nada menos que la Viena imperial del siglo XIX .
La película, dirigida por Neil Burger, se inicia con Norton en la piel del misterioso mago Eisenheim.
Las actuaciones de este ilusionista dejan perplejos a los públicos más variados de la ciudad y no pasa mucho tiempo hasta que su popularidad llega a oídos del príncipe heredero Leopold (Sewell).
Autoproclamado un hombre racional y pragmático, Leopold duda inmediatamente de los poderes de Eisenheim y no vacila en aparecerse en una de sus presentaciones para ser testigo de lo que todo el mundo habla a su alrededor y tratar, a su vez, de desenmascarar sus artilugios.Durante el espectáculo ante el heredero, Eisenheim se esfuerza por afilar sus trucos al máximo.
Pero pese a toda la preparación que tiene, un hecho fortuito alterará no sólo el normal desarrollo del acto, sino su futuro.
Ocurre que el príncipe ha llegado acompañado por su prometida, Sophie von Teschen (Biel), y el mago no repara en ella hasta que, para acrecentarle espectacularidad a su show, la convoca para que sea su asistente.
Cuando la elegida se coloca a su lado, no pasan ni dos segundos hasta que en la mirada de ambos cada uno recuerda un amor furtivo de juventud, truncado por las diferentes clases sociales a que pertenecían. Pero lo que es más increíble aún es que esas miradas encienden nuevamente la llama de la pasión.El hecho de encontrar a quien fuera el amor de su vida, prometida en matrimonio al futuro emperador austríaco, hace que Eisenheim vea en Leopold a su rival en la disputa por el amor de Sophie. Y a partir de ese primer encuentro tratará de ir ‘quitándole’ de a poco la mujer al príncipe.
Pero Leopold no es tonto y sabe que algo ha pasado. Por lo que también se pondrá en guardia y buscará la forma de deshacerse cuanto antes del ilusionista.
A tal efecto pone al detective más reputado de Viena tras cada paso que da. El hombre es el inspector Uhl (Giamatti), un fanático del orden y obsesionado por hacer cumplir la ley y demostrar que nada en este mundo es fantástico, sino que todo responde a un plan preestablecido. O sea, en su razonamiento no caben los trucos de Eisenheim y si hay que buscar dónde se equivoca para encarcelarlo y así cumplir una orden del príncipe; nadie mejor que él para la tarea.
Así, Uhl es compelido por Leopold a que intensifique sus esfuerzos por desenmascarar a Eisenheim, aun cuando el mago tiene cada vez más devotos seguidores en la ciudad.
Así, y mientras Uhl busca servilmente cualquier pretexto o estrategia para develar cuál es el secreto tramposo de la magia de Eisenheim, éste se prepara para ejecutar el acto más prodigioso de toda su vida.